Es posible decir no

por **Victoria** 12/17/2011, 4:47 pm

Nos corresponde ser coherentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Todo debe estar basado en la verdad y en la equidad. Por eso, cuando nos corresponda decir “no” debemos pronunciarlo, más allá de lo que esa negativa les pueda generar a los demás.
Hay gente demasiado ‘buena’; tanto que podría ganarse el apelativo de “casi boba”.
¿Conoce a alguien así?
Ojo: el problema no es ser buena persona; de hecho usted siempre debe hacer todo el bien que pueda. Lo grave es que, por ser así, usted permita que los demás se aprovechen, le falten al respeto o le hagan sufrir.
Por lo general, quien adquiere el rol del ‘buenazo’ nunca tiene la capacidad de decir “no”: le fía a todo el mundo, presta plata, alcahuetea a la gente, deja pasar groserías, se deja meter en líos, en fin…
Muchos papás no son capaces de decirles ‘no’ a sus hijos; algunos empleados se comprometen más allá de sus posibilidades dentro de sus oficinas, porque tienen miedo de negarse ante una orden “ilógica” de sus jefes; hay novios y novias que ceden ante sus parejas, sólo porque temen que con un ‘no’ se les termine la relación.
Actuar así es equivocado, entre otras cosas porque se llega hasta perder la dignidad; sin olvidar que usted también merece la consideración de los demás.
El ‘quid’ del asunto va más allá de la expresión negativa. Con frecuencia lo que ocurre es que esa persona asume que, al negarse a algo, va a perder el cariño de alguien o cree que su respuesta le hará daño.
Quien no sabe decir ‘no’, quiere complacer a alguien por encima de lo que él siente. Por eso, ni siquiera se regala el tiempo suficiente para evaluar la respuesta que verdaderamente desea emitir ante una petición.
Por regla general, el ‘buenazo’ tiene miedo de su respuesta negativa porque cree que es contraproducente y olvida, de paso, que si no expresa sus sentimientos con claridad, luego no podrá controlarlos.
El temor paralizante de lo que piensen los demás si se opone a algo, le hace caer en la trampa de querer complacer a todo el mundo.
Usted debe ser capaz de defender sus intereses y sus derechos, al mismo tiempo que puede respetar y entender que los demás se enojen cuando les diga ‘no’ a algo.
Si le resulta difícil negarse, tómese unos segundos antes de responder cualquier petición.
Algunos recomiendan buscar el momento y el lugar apropiados para que la persona que le solicite algo entienda su posición.
¿Cómo decir ‘no’ sin remordimientos?
La cosa es clara: usted debe decirlo sin titubeos, de una forma clara, amable y respetuosa.
Y si dice ‘no’, no tiene por qué ponerse ‘colorado’: usted no está haciendo nada indebido.
Diga “no” y aclare las razones basadas en la verdad.
Excluya discursos o pretextos, justificaciones, explicaciones o racionalizaciones. Su ‘no’ es real y está ajustado a lo que piensa y actúa.
Practique el ejercicio de decir ‘no’ cuando deba hacerlo; le garantizamos que se librará de muchos problemas en el futuro y, al mismo tiempo, educará a la gente para que no sea abusiva.
Casi siempre vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que nosotros tenemos las llaves para liberarnos.
DIEZ CONSEJOS SERENOS
1 - Viva el día de hoy tranquilo, sin querer resolver de una vez todos los problemas de su vida.
2 - No critique a nadie y no pretenda disciplinar a nadie, sino a usted mismo.
3 - Tenga la certeza de que puede pasar un día feliz, más allá de las angustias.
4 - Adáptese a las circunstancias, sin pretender que ellas sean las que se acomoden a sus deseos.
5 - Dedique unos minutos a una buena lectura; ella alimenta su espíritu.
6 - Hoy haga una buena acción, pero no se lo diga a nadie.
7 - Si se siente ofendido por algo, procure que no se le note tanto en su rostro.
8 - Aleje estos dos males de su vida: la prisa y la indecisión.
9 - No tenga miedo de gozar lo que es bello y jamás deje de creer en la bondad.
10 - Uno en la vida no hace lo que quiere, pero se da el lujo de no hacer lo que no quiere. Practique esa filosofía. ¡Da buenos resultados!
¡CREA!
Crea en los hombres de buena voluntad, en las mujeres que aman, en los niños que ríen y en los jóvenes que estudian.
Crea en la semilla que germina y en el capullo que florece.
Crea en sus hijos y en la mujer que se los parió.
Crea en los padres que lo engendraron, y en los que engendraron a sus papás.
Crea en la maestra que le enseñó a escribir y en ese profesor que lo instó a pensar y a ser buena gente.
Crea en los que pasaron por el mundo y le dejaron algo a la humanidad.
Crea en todos los que pueden morir en paz con los hombres.
Y, por supuesto, crea en Dios, creador del cielo y la tierra.
SOBRELLEVAR LAS PENAS
Los dolores de los demás, en comparación con nuestras
quejas habituales, no dejan de ser insignificantes.
Si usted aspira a que lo aprecien, no hay porque rebajarse
ni pasarse la vida por ahí lamentándose de todo lo que ha querido ser y no ha podido realizar.
¿Para qué quejarnos de nuestra “pesada carga” y vivir diciendo que la vida ha sido injusta con nosotros?
¿Por qué estar descontentos de nuestra suerte y de los problemas que se nos presentan?
Todos tenemos al frente del camino la misma opción y esa no es otra cosa distinta a la de seguir con la frente en alto.
Los que se detienen y gritan a todos los vientos sus pesares, siempre encuentran personas que se compadecen, pero al final siempre les queda la misma miseria.
Si nos olvidáramos por un instante de nuestras penas y nos detuviéramos a compartir la carga de nuestros vecinos, nos daríamos cuenta de que podríamos sufrir menos.
Publicada por
EUCLIDES ARDILA RUEdA
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