Como actuar ante la amenaza de una crisis

Tal vez esto no se aplique para todos, lo mejor y siempre es evitar la crisis y eso se hace en terapia y trabajando en otras cosas, pero si ya estás en el hoyo de una crisis puede que esto te ayude.

Muchas personas con diversos problemas, no sólo los TLP, atraviesan crisis y todas las viven de diferente manera, en particular en nosotros es que nuestras crisis son o muy intensas o muy seguidas o las dos cosas juntas.

Una crisis es una especie de desconexión de la realidad, puedes pasar por momentos en los que no tienes ningún interés en nada, te sientes ajeno a las cosas y al mundo, en otro contexto, como una sombra, o algo no real, puede que te pase o no.

Puede haber intensos sentimientos de desesperación, vacío, una opresión muy grande en el pecho y fuerte dolor emocional que se siente como un torbellino de ideas, emociones y pensamientos retorciéndose en tu cabeza.

Todo duele y te sientes con culpa, enojo y tristeza, todo junto. No quieres ver a nadie, porque te sientes muy mal y no te sientes con capacidad de estar con nadie ni de hablar con alguien de manera normal. También te puedes sentir desvalido, terriblemente solo y esperando que alguien te saque del pozo, cosa que no va a pasar y lo sabes y te pone peor.

Tu humor se puede poner muy inestable, puedes cambiar en cuestión de minutos, de estar muy triste, en momentos alegre y otros muy enojado, con rabia e ira. Haces un esfuerzo muy grande para mantener el control, para ocultar lo que te pasa a los demás, para continuar como puedas con tu vida y olvidarte de lo que sientes, pero por dentro notas que el control se te está yendo de las manos, que en un segundo todo se puede volver el absoluto infierno, que te puedes dañar, que puedes dañar a alguien.

Llega un momento que el intento por controlar las cosas y el mismo caos terminan por derrumbarte y provocar el "clímax" de tu crisis, en ese momento tan desagradable de puro dolor emocional, no puedes llorar, no puedes dormir, te duele la cabeza, nada absolutamente te llena, ni te satisface, no te sientes, no estás, solo quieres descansar, que todo pase, pero se prolonga, hasta que te rompes y el control desaparece y brotan todos los impulsos y los esfuerzos desesperados para aliviar la situación.

Es este nuestro punto más frágil, cuando caemos en las drogas, la promiscuidad, los excesos, las autolesiones, en algo que nos saque de esa tortura espantosa.

Intenta esto.

Independientemente de si trabajas o no, o si tienes compromisos, trata en el día de terminar lo que tengas que hacer, prolonga el control hasta que puedas estar sol@ y lejos de otras personas.

Ve a tu habitación, apaga todas las luces, asegúrate de que nadie te moleste en el lapso de al menos una hora, procura que entre un poco de luz por la ventana o enciende una vela o una luz muy muy tenue.

Busca algo con que taparte los oídos (luego lo vas a entender), ya sean unos audífonos, unos tapones o unas bolitas de algodón. Procura que sean cómodos pero es muy importante que aíslen cualquier sonido de afuera.

Ponte cómod@, quítate la ropa si lo consideras necesario, tírate en la cama boca arriba y quédate mirando el techo como si miraras un punto fijo, desconéctate por completo.

En la medida de lo posible bloquea todos tus pensamientos, no dejes que se formen, mantén tu mirada fija en el techo, si sientes ganas de llorar, llora, no lo bloquees, no bloquees tus emociones, sólo lo que piensas.

Déjate cubrir por el silencio, para que despejes un poco tu mente concéntrate en tu respiración, los tapones en los oídos te van a ayudar a que escuches el sonido de tu respiración interna, fíjate única y exclusivamente en tu respiración, en nada más, sólo tu respiración, en este momento puedes cerrar tus ojos y sentir tu respiración, no hagas nada más. Respira lenta y profundamente, pero sin forzarlo, deja que tu cuerpo lo haga de manera natural.

Siente que esa respiración es parte de ti, que tú eres el que está respirando, date cuenta de eso.

Cuando te sientas más en calma ahí recostad@ en tu cama, sin abrir los ojos, levanta una mano, abre los ojos y con la tenue luz observa su contorno, obsérvala, muévela, mueve los dedos, aprecia todo su perfil.

Esa es tu mano, ese/esa eres tú, ¡existes!

Habla. Y que tus primeras palabras sean: "yo estoy aquí"... "yo existo".......

Repítelas mucho, mucho, mucho, a la par de que sigues observando tu mano, tal vez la otra, sigue atent@ a tu respiración, empieza y siente que estás ahí.

Empieza a mirar a tu alrededor, observa las paredes, los detalles de tu cuarto, la ventana, míralos, velos, esto te va ayudar a delimitar los objetos de ti, esto ayuda a que separes todo tu entorno de ti, a que de alguna forma cierres un poco tu personalidad y la separes del resto de las cosas, sigue repitiendo: "yo, yo soy, yo existo, yo estoy aquí, yo quiero" en cuanto puedas y te salga, recuerda todas las cosas que te gusta hacer, todo lo que haces bien y dilo, di todo lo que eres, pero evita siempre conceptos negativos.

Sigue así hasta que te sientas mejor, después puedes tomarte una aspirina si te duele la cabeza, darte un baño y dormir, te sentirás mejor por el resto del día y en los días siguientes.

Cuando sientas que caes de nuevo repite lo que ya hiciste.

con autorización de universotlp